Prólogo.
Había empezado otra entrada con la intención de publicarla el miércoles pasado (con sólo una semana de diferencia, por primera vez, algo deseable, pero imposible de conseguir por mi parte).
Se titulaba Just Stop Stupidity y era una respuesta a hechos de actualidad en los medios de comunicación.
Pero esos mismos hechos fueron ampliándose, de tal manera que para el lunes pasado ya estaba obsoleto el propio artículo.
Y, aunque me temo que para cuando lo publique, volverá a estar obsoleto, o casi, me voy a arriesgar, ya que el texto tiene otro enfoque: ahora pasa a ser un “aviso para navegantes: aguas turbulentas por delante”.
Un poco de historia de esta entrada.
Todo empezó porque un conocido al que apoyo en algunas de sus causas, resulta que también es de Extinction/Rebellion y del conglomerado afín.
Insisto, algunas de las causas o ideas que defienden, como por ejemplo la soberanía alimentaria, son muy correctas y dan poco pie a malas pasadas, así que tienen todo mi apoyo. El razonamiento, además es muy correcto en todos los sentidos.
Pero la historia en este caso, se trataba de una gamberrada, un “acto vandálico”, un “acto de violencia” que fue publicitado y motivo de orgullo para algunos, empezando por sus perpetradores.
En realidad, fue una cosa de poca monta: tirar un cubo de pintura a un yate de lujo. Más provocativo y menos dañino fue tirar un cubo de zumo de remolacha al Congreso de los Diputados.
Si, en ambos casos son actos vandálicos y violentos.
En todos estos casos, además, poco más que una broma de mal gusto, menos aún el del Congreso que se va a base de manguerazos sin más. Probablemente, los mismo autores se prestarían voluntariamente a hacer la limpieza simplemente preguntando!
En ningún caso, motivo de nada más allá de mandar a sus perpetradores a hacer “servicios sociales” (o sea, en mi opinión, pues darles el mocho y un par de cubos con agua para que limpien el estropicio). Muchas cosas mucho más dañinas se perpetran a menudo como para perder el tiempo en estas nimiedades.
Sin embargo, ya avisé al susodicho, que este curso de acción no es el correcto, y que esto sin dudas va a terminar mal.
Pocos días después, salió en las noticias que se pretendía tratar este tipo de actos como “terrorismo”.
Luego me vino mi hija diciendo que estaba hasta las narices de que todos los días les machacaban en el cole con el tema del Cambio Climático. Esta vez, además, venía con deberes que, al documentarnos, resultaron ser falsos (el “libro” decía que Europa y España se estaban deforestando y los incendios iban al alza, la realidad dice todo lo contrario si nos ceñimos al ámbito de Europa/España, ya que a nivel mundial sí que es cierto).
Eso provocó ciertas reacciones, ya que alimentó la sensación del alumnado en general, de que están siendo manipulados. Reacción dañina, ya que además de sembrar la desconfianza, es contraproducente.
También salieron algunos artículos que iban en una línea similar, la que ya tengo vista desde hace tiempo de manipular para aumentar la “brecha generacional”.
Métodos de ingeniería social que, por lo que vi a través de los alumnos de ESO, no sólo no está funcionando, es totalmente contraproducente.
Pero llegó el lunes, dos días antes de publicar lo que iba a ser este artículo, y salió alguien diciendo que no iban a tratar a nadie que protestase por los hechos vandálicos como un terrorista. Algo de sentido común, el menos común de los sentidos.
Eso ya me hizo sospechar.
Pero no fue sólo eso. Me enteré de rebote de unas noticias de unos días antes, en que el Primer Ministro británico/indio Rishi Sunak había echado atrás la fecha de prohibición de los coches térmicos (e híbridos).
Y poco después, que la UE retrasaba dos años la entrada en vigor de la normativa Euro 7 de emisiones.
Incluso antes, nadie más que Bill Gates, también hizo un cambio de tercio.
El lobby automotriz.
Como algunos sabéis, trabajé en Continental Automotive desde 2008 hasta 2021, y estuve metido en el tema de coches eléctricos de Continental en Nürmberg desde finales de 2011 hasta finales de 2012, principios de 2013.
Desde 2015 empecé a vislumbrar cambios dentro de Continental, una “renuncia” a avanzar en el tema del coche eléctrico “puro”. Una especie de “derrota” en el sentido que la división en que estuve metido, se “daba por perdida”.
Dado que por entonces estaba escribiendo la serie sobre Coches Eléctricos para el blog The Oil Crash, yo tenía claro que el tema iba por otros derroteros.
Una confirmación de mis sospechas que los cochepilas son, han sido, y serán, juguetes para ricos. Lo cual tiene unas consecuencias desastrosas.
Para 2017 pasaron varias cosas muy tumultuosas en mi vida laboral, todas relacionadas precisamente con el tema.
Una de ellas, además era clara: Continental anunció cambios profundos, cuyo punto más relevante era la “amputación” de toda la parte de vehículo eléctrico (y de paso, controles de inyección gasolina/diésel y similares, así como el dejar de lado la división de interior en que yo estaba encuadrado).
Justo lo mismo que hubiese decidido yo si hubiese sido el CEO de Continental, sabiendo lo que sé.
Es más, la información interna de la empresa, confirmaba muchas de las cosas que yo ya sospechaba, y más tarde, incluso, estaba anunciando el Pico del Coche a los cuatro vientos, aunque sin pronunciar exactamente esas mismas palabras (eso en 2018).
Ante esta situación, en 2017 me volví un ferviente seguidor de las noticias interna de la plana mayor teutona, analizando bastante en profundidad las implicaciones que se derivaban de los videos y comunicados de la dirección.
Volviendo al tema en cuestión, en 2017 – 2018, todos los fabricantes europeos, especialmente los Alemanes, se reunieron para discutir su futuro.
Los teutones se arrejuntaron con Frau Ángela, y le expusieron lo que decía yo en mis artículos: el cambio a coches eléctricos iba a implicar una enorme caída de producción de coches, en total, y eso era la defunción de la industria automotriz europea.
Que es la que da de comer a Europa, básicamente, y la mayor fuente de divisas par Alemania concretamente.
Eso quiere decir desindustrialización, paro, bajada de los sueldos, miseria, inflación, y problemas sociales. Pero, sobre todo, quiebras públicas, empezando por los ayuntamientos alemanes, que tienen mucho invertido en las automovilísticas teutonas.
Siguiendo por el gobierno alemán.
Un análisis no muy detallado deja claro que es el fin de Europa, y probablemente, la “caída del primer mundo”, un posible colapso social.
La documentación interna de Continental, así como de VolksWagen, deja claro que sus directivas son perfectamente conscientes de lo que es el Peak Oil, y de sus consecuencias. No olvidemos que fue esta última la que financió el estudio Limits To Growth.
No es que implique la pérdida de negocio para las grandes automotrices europeas (que también, obviamente), es que implica directamente la caída de Europa, de sus habitantes, de su sociedad.
Ese problema, sobre todo alentado por la obvia inflación implícita, alarmaron a Frau Merkel.
No olvidemos que mientras en Hispañistán los cuentos de miedo se basan sobre todo en “que vuelve la derecha”, en Deutschland van por los derroteros de “que vuelve la hiperinflación”.
Así que se montó una reunión “para tomar el pulso a la situación” con Bruselas, dónde los mandamases comunitarios dijeron un “Nein” mayúsculo y vocinglero a los alemanes.
En realidad, la reunión iba no tanto de convencer a los que mandan de que echasen el freno y planificasen algo con los pies en el suelo, que es pedir peras al olmo como bien sabían los CEOs alemanes, como para ver cuan rápido se iba a extender la gangrena y si debían amputar ya o podían esperar.
La sensación de premura quedó clara en un vídeo que el entonces CEO de Conti, el Dr. Elmar Degenhart nos dirigió en inglés (y en alemán para los suyos).
La sentencia había sido dictada.
A finales de 2018 (la misma semana que se anunciaba el Peak Car mundial) empezaron los anuncios de cierres de plantas, de reestructuración.
En 2019 nos llegó el turno a nosotros (recordemos que ese año también llego a Nissan de la Zona Franca y a un montón más de plantas de automoción, y no se quedó ahí la cosa).
Así que ¿por qué la decisión que debían haber tomado en Bruselas en 2017, la han tomado, a medias tintas, en 2023, seis años después?
¿A santo de qué este cambio de dirección?
Y lo más llamativo ¿por qué todos a la vez (Gates, UK, UE), marcando el mismo paso cual desfile militar?
Un Argumento Aparentemente Inconexo.
El tema aquí es meramente especulativo, pero dado que meterme en lo zapatos del Dr. Degenhart me fue bien para estimar la caída de la planta, creo que merece la pena el repetir la faena.
Sin embargo, voy a poner un ejemplo ilustrativo que, aparentemente no tiene nada que ver con la automoción, y, de hecho, ésta tiene poco que ver con la situación que estamos viendo nada más que de pasada. En apariencia.
Veamos, pues, el caso de Doña Teresa Ribera.
Si, la Ministra de Transacción Energética, Cambio Dramático y “Reto Demográfico”.
Es una abogada metida a política, con un perfil relativamente discreto, y, me atrevería a decir, que competente para escribir leyes. Es más, me parece muy competente en el tema legal, y una persona inteligente y trabajadora, aunque no sea de mi color político.
Tiene mis respetos, así que por eso la voy a poner como ejemplo, ya que creo que es ilustrativo de ciertos rasgos personales, sociales, políticos, y situacionales.
Lo dicho, es una buena abogada que tiene sólidos conocimientos de cómo redactar leyes para conseguir que sean efectivas. Sabe del tema, entre otras cosas, porque es su trabajo y le ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo, no sólo porque sea inteligente, que también.
Pero como es abogada, y dedica su tiempo al tema legal y político, no es ingeniera con experiencia en electricidad, redes eléctricas, producción de energía variada (no sólo la eléctrica), automoción, transporte y demás.
Como todos, yo el primero, es una persona con los límites típicos de las personas inteligentes: no es omnisciente ni omnipotente.
Dicho lo cual, no quiere decir nada malo, obviamente.
Sin embargo, la han puesto de ministra en un cargo dónde los conocimientos técnicos, y todavía más en la situación actual, son extremadamente necesarios. Un cargo donde las personas con capacidad técnica para manejar el tema no se postulan como políticos precisamente, y dónde, de tener el conocimiento técnico (me viene a la mente el Secretario de Estado para la Energía, el equivalente USAno al cargo de Doña Teresa Ribera, que en su momento fue puesto en manos de un Premio Nobel en Física, Steve Chu), generalmente no suele ser lo habitual, ni lo capacita a uno para escribir leyes que afecten al tema.
Así que la aproximación actual nacional, se basa en que una señora que sabe escribir leyes políticas que funcionan, necesita de un apoyo técnico que habitualmente está, se da, dentro del propio ministerio, pero que no tiene cobertura política.
Algo, a mi parecer, correcto.
Pero resulta que esta señora que viene de la política (no de la ingeniería), tenía un cierto conocimiento general sobre el tema muy influido por la propaganda (dejemos de lado otros intereses que seguro que existen, pero que sólo sirven para reforzar esta hipótesis) y la opinión pública (errónea) de que las Renovables Eléctricas Intermitentes y Descontroladas nos pueden proporcionar Electricidad Continua y Controlada sin problemas.
Dado su nivel de conocimientos, es probable que no se cuestionase ese hecho, y nadie se puede culpar de ello.
Sin embargo, entra en el ministerio, y tarde o temprano, los técnicos que están ahí, así como otras personas de las cuales pide opinión debido a su campo de conocimientos, como el Dr. Antonio Turiel, le indican que no se puede pedir a la fotovoltaica que nos dé electricidad por la noche… y que hacen falta sistemas de estabilización.
Vamos, que lo que ella y el público cree (aunque cada vez más sospecha que hay engaño) no es cierto, y que la apuesta que ella pensaba aplicar, no sirve.
Una mezcla de Dunning – Krüger y del dicho aquel de que “la ignorancia es atrevida”.
Así que llega al ministerio, se encuentra con que la cosa pinta mal, y que no puede aplicar lo que desea porque tiene ciertos problemas asociados. Así que empieza a buscar soluciones, y al encontrar poca cosa (eso es harina de otro costal), pues tiene que lidiar con lo que hay.
Sin embargo, no puede “echarse atrás” sin más. No puede cambiar de tercio. No puede decir “donde dije Diego…”.
No puede cambiar de tercio sin más, en dos minutos, y empezar a despotricar. Sobre todo, si no hay alternativas.
O al menos, alternativas aceptables (otra cosa es alternativas viables).
Peor aún.
A medida que avanza en la temática, se va haciendo visible el tamaño de la tragedia, cómo ésta afecta a otras partes del todo (eso es algo que se da bien a los políticos inteligentes, especialmente aquellos que tratan con la gente), y que la situación es bastante crítica, y peor de lo pensado.
En esa tesitura, tiene poco margen de maniobra (entre otras cosas, porque no hay alternativas reales viables económicamente), y no puede hacer mucho.
A lo sumo, hacer poco, que ya es algo. Al fin y al cabo, es a lo que la población está bastante adaptada ya, a la falta de cumplimiento de las promesas electorales.
Por otra parte, se está encontrando con un aliado inesperado: el tiempo. A medida que va pasando, y que la gente va viendo cómo evoluciona el tema eléctrico, va cambiando poco a poco su percepción de la situación, y se vuelve más receptivo a ciertos cambios en la dirección, ya que la población va tomando conciencia, precisamente, de lo mismo que la propia ministra ha aprendido por la vía rápida (y que los que conocemos el tema porque es nuestra fuente de sustento sabíamos por adelantado, y eso precisamente aplica, con especial importancia, a los CEO’s y mandamases de la automoción, precisamente).
Así que parece que muchas de las acciones que antes hacían y se tomaban por parte de los medios de comunicación, muchas de las herramientas que se utilizaban para modelar la opinión pública, han perdido su efectividad (lo que cabe esperar, el poder que tienen, el que se les arroga, el que les otorgan erróneamente, especialmente los conspiranoicos, no es tal), y La Narrativa ™ se está desmoronando.
Hay otra razón detrás, que también impulsa a los políticos, y es el tema del interés sobre la deuda, las pensiones y demás, pero para entenderlo, hay que remitirse a un artículo de La Lavadora (el décimo) que aún no ha sido publicado.
(Inciso: he estado ultimándolo estas semanas, ya que estaba escrito desde hace un año, aproximadamente, y necesitaba una actualización, de ahí mis retrasos en aparecer por estos lares).
Pues bien, eso mismo pasa con los cargos púbicos y las cargas públicas en todos los niveles. Pero además, incrementado por otra razón social: cuanto más abajo en el escalafón, antes se encuentran con la situación, así que en Bruselas tardan más en darse se bruces con el problema que en España, o en Alemania, que también había recibido su propio varapalo en la Energiewende, desmantelada hace ya algún tiempo.
También en ese ámbito, noticias recientes demuestran que a nivel municipal, hace tiempo que se han ido dando cuenta que algunas de las normativas europeas, como por ejemplo, las zonas de bajas emisiones, no son bien recibidas por el pueblo llano.
Es llamativo que cuanto más grande la ciudad, más han tardado en darse cuenta. Pequeñas ciudades nunca han llegado a implementar nada efectivo más allá de cuatro letreros, demostraciones de intenciones, brindis al sol y postureo.
Barcelona fue un paso más allá, al fin y al cabo es mayor que, pongamos Peñafría. Y, obviamente, una gran capital como Londres, aún se ha superado… y la aparición de los Blade Runners ULEZ (un grupo “terrorista” o “vandálico” que “elimina” las cámaras usadas para cobrar como 12€ a cada coche que entre y no sea “de la raza aria correcta”) ha demostrado exactamente este tipo de percepción.
Sin embargo, parece ser que en Bruselas han tardado más en darse cuenta, a pesar de los despidos que ha habido en la automoción en toda Europa. Continental ha cerrado o está en proceso de cerrar varias plantas más, incluyendo varias en Alemania, Babenhausen por ejemplo.
Sin Gasolina.
Hemos visto aquí un par de dinámicas diferentes, que tuvieron un encontronazo por allá 2017. ¿Cómo se explica tal desencuentro?
Para entender este tema, hace falta tener varios puntos claros. El primero, es que las poderosas empresas europeas son perfectamente conscientes del problema de recursos, y en especial de la falta de los mismos en Europa.
Planifican a largo plazo: el proceso de desarrollo completo de un nuevo modelo de coche, por ejemplo, está en los 10 – 15 años entre que la jefatura decide sacar un nuevo modelo de cierto tipo, y que éste se empieza a vender.
Dado que la vida media de un modelo antes de su renovación es de otros 10 años (aunque suele haber cada vez más “lavados de cara”), eso implica planificar a 20 – 30 años vista como mínimo. Por eso en Continental estaban perfectamente al tanto del tema del pico el petróleo y del pico del coche y demás parafernalia.
Y por eso, pedían pisar el freno porque los plazos que manejaba la UE eran mucho más cortos que eso.
Por otra parte, pensar que los mandamases de los diferentes países, empezando precisamente por la UE, no están al tanto de la misma problemática, es de ingenuos.
Por tanto ¿por qué ese desencuentro si ambas partes están concienciadas de la problemática?
Una de ellas, es que las élites políticas, sobre todo cuanto más altas están, más desentendidas de la realidad se encuentran. Lo que ya he explicado: el alcalde sabe bien cómo se sienten sus vecinos a quienes se encuentra cada día por la calle. Los miembros de la UE en Bruselas, sólo se encuentran entre sí y con sus lacayos, ni siquiera pasan por el súper, en el que, en todo caso, estaría lleno de otros congéneres, nada de “gente de la calle” (en ese sentido, parece ser que Frau Merkel es una excepción muy bienvenida, quizás por eso gustaba tanto a la gente).
Es lo que se llama “vivir en una burbuja autoreferencial”, alejados de la realidad.
Por lo contrario, las élites empresariales, están más cerca de la situación real. Un fabricante de automóviles necesita tener más claro qué quiere la población, qué puede gustar, pero, sobre todo, tiene más claro que nadie los verdaderos costes de las cosas.
En ese sentido, cuando estaba en Nürmberg, veía claro que los coches eléctricos iban a seguir siendo muy caros, y que lo más determinante en su precio, con diferencia, sería el coste de las materias primas para fabricar las baterías.
Entendí eso para 2013.
Los que estaban dentro del departamento de desarrollo, por lo que me consta, llegaron a la misma conclusión para 2014.
La dirección, que ya llevaba sospechando desde antes de 2010 (esa es una de las razones por las que hicieron un gran esfuerzo y movilizaron a tanta gente, a mí entre ellos), lo confirmaron para 2015.
Lo que hizo que en 2016 el Dr. Degenhart tomase en consideración todo lo aprendido, comprobado, estudiado, analizado y valorado, para tomar una decisión: esa que ha escindido a Continental en dos empresas, siendo la segunda Vitesco, y que se ha convertido en una “amputación” en toda regla, con un enorme sangrado de varios miles de millones de € de pérdida para la empresa.
En contrapartida, los políticos se basan en otras cosas. Empezando por la valoración pública y los votos, aunque la mayoría de las élites de la UE no son electas directamente (más bien, movilizadas internamente por los aparatos político administrativos, y en no pocas ocasiones, puestos “a dedo” por ciertas organizaciones, no siempre públicas ni mucho menos, de forma transparente).
Eso hace que cuanto más alto en el escalafón, menos dependencia tengan de la opinión pública. No es lo mismo un alcalde que sabe que igual ni puede terminar la legislatura, que los jefes de la comisión de la UE.
Además, el nivel de respuesta a lo que nos depara el futuro, no es el mismo que puede adoptar el alcalde que el que puede determinar la UE.
Así pues, es muy probable que los partidos políticos, al menos al nivel local y de comunidad autónoma, no tengan muy claro de qué va esto del Pico del Petróleo. Y lo comentado de Doña Teresa Ribera puede ser un buen ejemplo.
Otra cosa es a nivel Europeo. Y a nivel USAno, ya puestos.
A estas alturas de organización, SI que están enterados. Y tienen planes de contingencia. Igual que la plana mayor de la automoción europea.
Pero los planes de contingencia son diferentes, así como los ámbitos (políticos y sociales por una parte, de viabilidad empresarial por otra).
Pero sobre todo, la gran diferencia está en la percepción de la realidad de ambas partes. Ya hemos dicho que los jefazos de Continental (y por extensión, del resto de la automoción) tienen claro que los coches eléctricos no van a ser de mucho futuro para ellos, ni que van a tener la aceptación (por falta de poder adquisitivo) por la población, como ya han dicho en varias ocasiones los responsables de BMW y VW, por poner un par de ejemplos.
Mientras, los políticos ven las cosas diferentes. A diferencia del contacto físico próximo que tienen los anteriormente mencionados, los políticos se basan más en la percepción por parte del público, en la sociedad, en su “materia prima”.
La automoción se basa más en las leyes físicas, mientras que los otros son los artífices de las “leyes de los hombres”.
Una vez que los jefazos de la automoción ven las limitaciones de viabilidad económica de los cochepilas, los políticos siguen pensando que con cuatro leyes eso se arregla, que si no pueden bajar los precios de los vehículos a baterías, pues subiendo el precio de los coches de combustión vía legislaciones varias, así como impuestos, se arregla.
No en vano, muchos de estos políticos tenían la certeza de que la impresión a mansalva de dinero, basándose en la Teoría Monetaria Moderna, arreglaba la situación.
La consecuente inflación ha demostrado lo contrario.
El Hybris o Hubris (el engreimiento, la prepotencia, el sentimiento de omnipotencia) de la jefatura europea les ha hecho creer sus propias entelequias que no tienen ningún contacto con la realidad física subyacente, al revés de lo que ha pasado con los directivos empresariales.
Eso ha hecho que La Narrativa se quedase sin gasolina, empezase a flaquear, y empezase a fallar.
CO2.
Pero hay otro punto más que explicar sobre cómo funcionan las altas instancias políticas en diferencia a las más terrenales como la política municipal.
Mientras estos últimos intentan solucionar los problemas que se encuentran sus ciudadanos día a día, de forma habitual, muchas veces simples, sus trámites y sus quehaceres administrativos para mantener un cierto orden, su capacidad de planificación a largo plazo, y menos aún en el ámbito territorial necesario para afrontar el descenso por el lado derecho de la curva de Hubbert, es muy reducido.
En cuanto a la política estatal, aunque tienen más margen, se encuentran con otra problemática: las elecciones marcan un horizonte sobre qué pueden hacer y qué no. Eso implica que la capacidad de manejar la situación es limitada en lo que respecta al largo plazo.
Un viejo conocido.
Además, la alternancia y rotación de personal en puestos de responsabilidad, hace que se busquen parches temporales en todo momento, haciendo prácticamente imposible nada con vistas a largo plazo.
Aunque algo sí que pueden hacer.
Es, por tanto, cosa de la alta dirección europea el tomar medidas, tanto por plazos a los que no están sometidos, como por ámbito geográfico, en lo que hace a previsiones a largo y muy largo plazo.
En un principio, no es una mala idea, que quede claro.
Sin embargo, hay un elemento que no hemos analizado aún sobre el funcionamiento de la política.
Se trata de la diferencia entre políticas preventivas contra políticas reactivas.
Las preventivas son aquellas que están encaminadas a evitar un problema por adelantado.
Las reactivas, aquellas que presentan soluciones a un problema que es relevante en la opinión pública.
Todo sistema democráticos es inherentemente reactivo. Que el pueblo perciba un problema, y que los políticos de turno presenten una solución es una manera muy efectiva de hacer propaganda efectiva y por tanto, de ganar votos.
Una crisis que no se ha producido porque las políticas preventivas han evitado que surja, no da ningún voto, así que se abandona la idea.
Es cuestión de tiempo, por tanto, que el Principio de Shirky haga su aparición y termine por adueñarse de la política y la administración de forma permanente.
Algo obvio y de lógica para aquellos que tienen más de una neurona en el cerebro. Incluso para los seres unineuronales, se puede comprender una vez se nos es explicado!!!
Por tanto, los poderosos políticos con vistas a plazos más largos al no estar supeditados a la tiranía de las elecciones (pobrecitos ellos), pueden intentar coordinar políticas a más largo plazo y más preventivas. Pero aún así, no pueden permitir que sus inferiores jerárquicos pierdan poder debido a ellas.
Así pues, el truco siempre pasa por el único camino posible: “sembrar la idea” en la población de que existen ciertos problemas, a ser posibles a largo plazo, problemas que tienen que cumplir una serie de características, y entonces empezar a hilvanar soluciones que puedan servir para “evitar” esos problemas.
Con esos mimbres, se hacen campañas publicitarias para que la población tenga presente dicho problema, y así justificar unas políticas de prevención que, en muchos casos, van sólo medio paso por delante.
Es decir, se presenta un problema que se hace público, para justificar unas leyes que de otra forma no se entenderían ni darían votos.
Por eso, si las élites son conscientes de que hay un problema con el petróleo, hace falta encontrar una motivación, una problemática que sea moralmente aceptable por parte de la población, que justifique ciertas normativas que de otra manera no se aceptarían (debido, por ejemplo a limitaciones, precios, impuestos), que justifique una vista a largo plazo, y que sea más creíble que simplemente decir que se acaba el petróleo.
¿Y qué mejor Causa ™ que Salvar el Planeta?
Tenemos un problemón a largo plazo: la destrucción de nuestro entorno natural. Esa destrucción, que responde a muchas causas, es compleja, y tiene bastantes ramificaciones, tiene un síntoma muy evidente y perceptible por encima de otros: el Cambio Climático.
Ese problemón complejo trabaja en base a muchas variables interconectadas, muchas causas, muchos efectos, y es muy complejo.
Eso es bueno, ya que permite que los políticos usen cierto sesgo cognitivo que implica la simplificación. Y en este caso, lo basan todo a un “culpable” que les funciona estupendamente precisamente para el objetivo en cuestión de capear el problema energético: el CO2.
Ingeniería.
Eso permite centrar todos los esfuerzos en solucionar el asunto más inmediato y peliagudo: el problema energético.
Dado que precisamente es nuestro abuso y derroche energético el principal causante de emisiones de CO2, en especial la ineficiente electricidad, y que efectivamente ésta es una de las múltiples causas de la problemática medioambiental, no la única, pero sí una de las de más peso (mientras otras de igual o más peso son ignoradas, o pasadas a segundo plano de momento, como el derroche de agua), resulta en un enfoque de lo más adecuado para conseguir centrar los esfuerzos en desarrollar legislación para reducir el uso de combustibles fósiles, y mirar de cambiar la matriz energética.
Dicho en román paladino: el tema del Cambio Climático (real, tangible, enorme) es usado como papel celofán para envolver el problema más inmediato (y una amenaza, en mi opinión, precisamente al Medio Ambiente) del Pico Petrolero, y así hacerlo más aceptable por la población.
Por tanto, es del interés de todos los mandamases, y eso incluye a ciertos empresarios de los medios de comunicación, por ejemplo, que se promocione este tipo de Narrativa ™, y así dar pie para que la población perciba el problema (real y existente) y por tanto acepte La Solución ™ que nos intentan vender, que es algo diferente.
Ya hablé de cómo el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones. Y aquí tenemos una autopista de una docena de carriles en un sólo sentido.
Por eso, se ha desarrollado toda una “ingeniería social” para intentar que estas ideas estén siempre presentes en la población.
Unas ideas que, muchas veces fruto de la ignorancia (el gran causante de problemas) y de los intereses miopes, han empujado a la sociedad hacia ciertas percepciones.
Todas ellas, además con unas grandes raíces culturales de las que no se es consciente, y que son sumamente difíciles de modificar.
En mi opinión, las más importantes, son imposibles de cambiar. No sin derruir por completo el edificio de nuestra civilización para acceder a ellas: son la parte más profunda de los cimientos civilizatorios.
Opinión que no comparten, ni de lejos, ni los que mandan, ni la gran inmensidad de la población.
Eso sí: los políticos, especialmente los de menor categoría, sí que son conscientes que esos límites están ahí, y que la población ni es tan fácil de controlar, ni el poder que presuntamente ostentan es tal.
Pero los que están más arriba, no.
No se han dado cuenta que no tienen tanto poder.
La ingeniería social les está fallando, y sus teorías están haciendo aguas por todas partes. Su ignorancia de las leyes más básicas, así como otras evidentes pero menos populares, les está pasando factura.
Finalizando.
En mi opinión, lo que está pasando es que las élites mundiales están constatando que sus planes de evitar la problemática del pico del petróleo están fallando, y que su poder sobre la población se está desvaneciendo.
El Plan A, la Narrativa ™ que hemos visto hasta ahora, está llegando a su fin.
Ojo, los que están al timón no son inútiles, ya tenían esta posibilidad más o menos contemplada.
En Continental trabajaban con tres escenarios posibles, A, B y C.
Saben que aún pueden hacer alguna cosa. Es más, el Plan B no es incompatible con el Plan A, incluso es complementario, ya que el Plan A sirve de cobertura al Plan B. Continental cambió al Plan B en 2017. Ahora les toca a los máximos responsables de occidente.
Sin embargo, no hay Plan C.
En Conti, el Plan C era El Oil Crash, y como bien decían, en ese escenario, no hay nada que hacer, sálvese quién pueda.
Así que creo que lo que estamos viendo, es el principio de un cambio importante en La Narrativa, que tiene una velocidad de viraje bastante más lenta de lo que se creían (parte de la problemática), y más aún de la enorme velocidad que consiguieron con el tema del Covid.
Así que poco a poco, van dejando que permee la cosa, que la población llegue por sus propios medios (convenientemente guiados, obviamente) a que es necesario un cambio de enfoque.
Sin embargo, el Plan B no es del agrado de nadie. Tampoco de las élites.
Pero menos, del gusto del pueblo.
Así que este viraje lento, claramente coordinado entre diferentes élites (la USAna ejemplarizada por Bill Gates, la británica de Rishi Sunak, y la Europea sobre la normativa Euro7), para mí, en mi opinión, es el inicio de la maniobra de viraje y sustitución de Narrativa ™ por otra Narrativa ™ que nos venderá otra Solución ™, que, seguramente, será mucho más desagradable.
La aprobación de una Ley Mordaza Digital a nivel europeo sobre las RRSS es un indicativo de por dónde van los tiros.
El fracaso cada vez más evidente de las renovables, especialmente con el rescate a las eólicas esas que nos iban a salvar el día, cuya burbuja están intentando deshinchar lentamente, forma parte de todo esto. Algo inesperado por la propias élites ignorantes y engreídas. Una de las razones por las que tienen que cambiar.
Una demostración más, de que en realidad, no tienen margen de maniobra, y que todo intento de arreglar la problemática sin tener en cuenta la realidad subyacente, va a tener un efecto contrario, gastando oportunidades buenas en soluciones malas.
Perdiendo el tiempo.
Al menos, es visible que el viento está cambiando.
A ver qué nos depara este cambio.
Estemos atentos.
Beamspot.
Otro post muy largo, con claras exposiciones y una buena conclusión final.
Una posible corrección: Según los datos que conozco (de hace cinco años), el número de hectáreas de bosques lleva décadas incrementándose en todo el mundo. Aunque siempre podemos discutir si las plantaciones de olivos o de pinos se pueden considerar bosque, o solamente lo serán dentro de 100 años, y por tanto si el bosque aumenta o disminuye.
En mi comentario del post anterior concluía en que va a haber muchos menos coches (¿1 de cada 20 actuales?) y por tanto es indiferente que funcionen con electricidad, con gasolina o con aceite de oliva.
Veo que en este post indicas que los fabricantes hace años que han llegado a la misma conclusión.
Parece evidente que si la industria del automóvil se reduce tanto, muchas cosas de nuestra sociedad van a cambiar:
- Muchos miles de empleos desparecen. 578.900 en España según la EPA.
- Muchas empresas desparecen: Automovilísticas, fabricantes de piezas, gasolineras, concesionarios, talleres, aseguradoras, fabricantes de semáforos, de radares, etc.. (¿Estarán estos empleos incluidos en la EPA?)
- Muchas de la infraestructuras dejas de ser necesarias. ¿Por que seguimos ampliando autovías? ¿Qué va ha hacer la familia Franco con los parkings?
- Una gran fuente de recaudación desaparece: Impuesto de matriculación, de hidrocarburos, de circulación, sobre las Primas de Seguro, ITV, zona azul, multas, "servicio" municipal de grúa, IVA, etc...
- Muchas construcciones se tiene que dejar de usar: Ese hipermercado fuera de la ciudad, ese polígono industrial en medio de ninguna parte, ese cine en el parque comercial a media hora de la ciudad, esa urbanización a "20 minutos del centro", esa segunda residencia para los fines de semana, etc... Y estamos de suerte, pues España tiene una edificación mucho más concentrada que el resto del mundo occidental (USA debería rehacerse casi íntegra)
Como decía Marvin Harris: no nos burlemos de las vacas sagradas de la India. El que quiera ver una vaca sagrada solamente tiene que mirar en su garaje.
Por tanto decir que no vamos a tener coche no es del gusto de los políticos, empresarios y buena parte de la población. Eso no quita que haya mucha gente joven, bastante urbanita, que ni tiene coche ni tiene intención de tenerlo.
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Por otra parte planteas que nuestros políticos no tienen mala fe, si no simplemente es estupidez (https://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_Hanlon).
Algo hay de ello, pues gran parte de ellos nunca han vivido en el mundo real. Muchos nunca han cogido un autobús, nunca han ido al supermercado, nunca han ido a un bar de barrio, nunca han trabajado en un empleo "normal", no charlan de estas cosas con la criada y la mayoría de ellos tendrían dificultades para hacer una regla de tres. Pero pienso que también se ven muy influidos por grupos de presión. A fin de cuentas, buena parte de los que viven del coche pretenderán que la cosa se vaya alargando todo los posible, especialmente si tienen hechas las inversiones. Los fabricantes probablemente no tengan intención de desarrollar otro motor diésel, pero nada les impide seguir explotando el que tienen. Los concesionarios de las autovías saben que van a entrar en quiebra, pero nada les impide seguir repartiendo pingües beneficios durante una década más. Además recuerda: "Es difícil conseguir que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda"
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En lo que estamos de acuerdo es en que no queda otra. Parece que hasta el político menos informado y el empresario más interesado se van dando cuenta.
Pero aunque el coche eléctrico es inviable es posible que una moto o bicicleta eléctrica si sean viables, especialmente si tenemos en cuenta que un español recorre de media 32 Km diarios. Parece que el ministerio de la señora Ribera ha sacado un cartel con motos y bicicletas. Seat se pone a comercializar una moto eléctrica.
¿Qué piensas sobre ello? ¿Crees que estos vehículos son viables?
Si son viables la movilidad de los particulares casi no sería problema, aunque pocos hagan el cambio con entusiasmo.
Pedazo de artículo.
La opción "C" de continental, estoy de acuerdo, no merece la pena analizarla (yo mismo ya llegué a esa conclusión hace años, con matices...).
Pero me intriga la opción "B". Si te estoy leyendo bien entre líneas, y "opción B" es un conjunto de medidas que me estoy imaginando (pueden optar por una o por varias a la vez) que hagan disminuir el consumo de petróleo, sí o sí (ya que no se a podido por lo civil, o sea, por "La Narrativa" como dices tú, pues será por lo criminal), ¿Qué esperan realmente obtener como resultado los políticos? Porque implica una caída del PIB enorme igualmente, para ganar sólo unos años o décadas a lo sumo, en las que se debe hacer los deberes para prepararnos para cuando la producción de petróleo quede en el 20% de la actual que es lo que tendremos a mediados del SXXI.
Por otro lado, las élites actuales, ¿pueden ejecutar el plan B? Las élites actuales son fuertes en relaciones públicas y vender humo. Y están fracasando... el plan B necesita otro tipo de personalidad. Básicamente... poder convincente de intimidación, si no entiendo mal.
Las élites actuales, caen con el sistema actual. De esto no parecen haberse enterado.