NOTA:
Esto no es un artículo, son dos. Es tremendamente largo, y por eso ni lo edito para poner énfasis, ni pongo enlaces a noticias de rabiosa actualidad (como el “ataque electrónico de denegación del GPS al avión de Usura Wunder Leichen) porque si estáis informados ya sabréis por dónde van los tiros.
Dada la longitud, os recomiendo empezar por el primer artículo, que es lo que sigue a la línea de asteriscos, y continuar en otro momento por la actualización que es lo que va de aquí hasta la línea de asteriscos.
Prólogo.
Este es un “artículo doble”, aunque lo presente como uno “en dos partes” de una tacada.
Hay una razón para ello.
Para eso, primero voy a explicar la historia detrás de este artículo: este miércoles 13 de Agosto (de 2025) publiqué por última vez (antes de este artículo) algo en el blog, pero nada más terminar de programar la entrada (todo lo que publico está programado con horas de antelación, que lo sepáis) me vi con tiempo y con la “inspiración” de “hacerme una apuesta a mí mismo”.
Se trata de intentar dilucidar qué iba a pasar con la cumbre Trump – Putin en Alaska (como en el fútbol, primero el que juega en casa), y hacer unas “previsiones” desde mi “Mapa del Mundo” o mi “Modelo de cómo funciona el Mundo”.
Tan inspirado estaba, que el artículo íntegro (la segunda parte, que empieza con su propio prólogo) me salió de una sentada tal y cómo está. Ni lo edito ni nada, como se puede comprobar.
El resultado, bastante acertado.
Desgraciadamente.
Peor aún. El matón de barrio bajo de Zelensky, presidente de una nación ajena a la OTAN, ataca a países de la OTAN como Hungría… y la OTAN defiende al matón de los bajos fondos, mientras condenan al país de la OTAN por tener ideas propias. Que sirva de ejemplo.
Un resumen.
El artículo que sigue a esta “actualización” es largo, y describe las posiciones más o menos previstas, y, por tanto, las posibles jugadas que iban a hacer cada uno. Desde ahí, intentaba explicar cómo veo que funcionan las cosas y cómo el resultado iba a ser… nulo.
Si, básicamente anunciaba el fracaso de la cumbre, al menos desde el falso punto de vista propuesto por todos, que es el de la paz.
Sólo Trump quiere la paz. Putin prefiere la paz, per quiere otras cosas, que dejó claro. El resto, sólo quiere la guerra y la victoria total sobre Rusia.
Ergo estaba claro que no iba a haber ninguna negociación de paz ni nada.
Por tanto, esta Cumbre sólo tenía una función: dejar clara la postura de los USA, y poner el énfasis en la realidad de la situación.
Por supuesto, eso no iba a gustar a los amantes de la guerra, a los atlantistas, a los necesitados europeos, a la marioneta Zelensky ni a todos estos aspirantes a dictadores. Ni a una sociedad dónde cualquier parecido con la realidad le causa sarpullidos.
La Tesis.
Mi hipótesis sobre la situación es simple: Rusia está ganando de calle y se va a zampar toda Ucrania con patatas, y no tardará muchos años, precisamente. Salvo “sorpresas inesperadas”.
Hay dos posibles “sorpresas inesperadas” posibles: la primera, que ante la evidente derrota, la OTAN y la UE se lo monten para ampliar la guerra, que es la más probable y la que más temo, ya que es la más probable como elaboré en el artículo del final, y volveré a incidir sobre ello en breve.
La otra “sorpresa inesperada” es que a Trump se le agote la paciencia y le corte el grifo a Zelensky. Si hiciese semejante acción, Ucrania sería derrotada en pocas semanas, pocas. No en días, pero sí semanas, no meses. No llegaría a 2026, y todo se vendría abajo de forma tumultuosa, el típico colapso.
Ucrania está como está porque toda la inteligencia se la ofrece la OTAN, con lo más importante como soporte, la parte de vigilancia satelital. Es la OTAN y no Ucrania quién maneja el sistema de apuntado de artillería, de manejo de drones, de comunicaciones entre la tropa, y de los posibles blancos.
Si Trump corta esta línea vital, especialmente la parte de los satélites, Rusia lo tendría muy fácil.
Claro que la OTAN es más que USA, y hay muchas de estas armas cuyos sistemas no son americanos (Storm Shadow y similares, por ejemplo), pero sin ojos satelitales que digan dónde hay que apuntar y dónde están las defensas antiaéreas apostadas, la cosa se pone bastante chunga.
El Reino Unido todavía tiene algo de eso, pero el resto de la OTAN apenas puede aportar en este sentido.
Ahí es donde hay algo todavía confuso: Trump podría simplemente dejar que la OTAN usase los satélites, sin que nadie de los USA interfiera, igual que ya está dejando que todo el gasto militar corra de la cuenta europea (para beneficio de los fabricantes de armas americanos e israelíes).
Esto último permitiría que la caída de Ucrania no fuese tan abrupta, sólo un poco más rápida, pero aseguraría el colapso tanto de la UE como de la OTAN, mientras el propio Trump mantiene a su enemigo interno del Departamento de Estado “entretenido” y en una posición de “equilibrio” por la cual les deja hacer negocio, pero les frena que metan a USA en otra guerra. Mientras, va haciendo limpieza: el declarado neocon y warmonger (fanático defensor de meter a los USA en toda guerra posible) John Bolton, que ya se la jugó en su momento, apuntalado por los propios Neocon (el resto del grupo, empezando por la Victoria Nuland), está siendo investigado.
Ojo: la investigación contra Bolton ya empezó con Biden.
Aunque esto es lo que parece que se está desvelando (las típicas medias tintas entre mucho vaivén y cambio de rumbo jugando al “líder loco”), hace falta ver más cosas para entender la magnitud de la tragedia y cómo esta previsión mía de que nos van a meter en la guerra cada vez es más válida.
El PostPartido.
De hecho, para seguir con la terminología futbolística, primero debería hablar del Partido, es decir de la cumbre Trump – Putin.
Lo primero, mucho jabón, mucho espectáculo mediático, mucha fanfarria, mucho lío protocolario, mucha tele, y pocas jugadas de interés más allá de una representación teatral de Relaciones Púbicas y Dedomáticas, perdón, públicas y diplomáticas.
La falta de rueda de prensa me temo que fue una jugada mal hecha, ya que hubiese podido servir muy bien los intereses internos de Trump (algunas preguntas extremadamene sesgadas e insultantes hubiesen servido para mostrar la manipulación que nos están imponiendo en esta parte del conflicto), pero probablemente mal en sus intereses externos (que un periodista preguntase al Loco Dictador Demoníaco e Infrahumano de Putin por si hacía sacrificios humanos o algo por el estilo, podría causar algún tipo de conflicto internacional indeseado, por muy curtido que esté Putin en este tipo de diatribas).
Por otra parte… todo, repito TODO lo que se “firmó” en este encuentro ya estaba pactado y hablado por otros medios desde hacía tiempo. O sea, casi nada de lo que se explicó fue nuevo. En las “negociaciones” se fue más a firmar tratos que ya se habían hablado y pactado desde antes, y a desencallar algún que otro punto o fleco pendiente, que ya está más o menos aclarado aunque no cerrado.
Quien se crea que esta reunión fue un “ir a ver que tal” es un inocente de cuidado.
El resultado del partido, sin embargo, fue muy muy claro. Rusia cedía en algunas posiciones para llegar a un acuerdo de paz, pero en cambio había una serie de puntos claros que eran el punto de partida para cualquier posible negociación con Ucrania. Puntos en los que los USA están de acuerdo y que tienen ciertos flecos que dependen de terceros países.
Los puntos importantes acordados son los siguientes:
· No va a haber ningún alto el fuego. Se negocia tal y como están las cosas.
· La posible intervención de fuerzas extranjeras en el caso de que se llegue a un acuerdo de paz, está supeditada a la aprobación de Rusia, y excluye las tropas de la OTAN, mientras insinúa que haya terceros países que cumplan esa función, con la excepción de algo de apoyo americano, consensuado entre USA y Rusia, sin nadie más de por medio. Es decir, se acepta una cierta “seguridad” para Ucrania.
· La cesión y el reconocimiento de países terceros (básicamente, USA en este caso) de las tierras que Rusia incorpora en su Constitución como oficialmente rusas. A saber, todo el Donbass y Crimea. Insisto en lo de reconocimiento oficial. A cambio, como dije, ni se menciona Odessa.
· Nada de adherencia a la OTAN ni nada por el estilo. Obviamente, si hay tropas de paz de la OTAN, eso se considera una adhesión “de facto” a la OTAN.
· Se sigue pidiendo la desmilitarización de Ucrania y el reconocimiento en su constitución de la neutralidad del país, implicando legalmente (Putin es muy escrupuloso con el asunto legal) que no se va a adherir a la OTAN, no va a desarrollar armas nucleares, y no va a declararse “enemiga de Rusia”. Parece ser que algo al respecto de aceptar el idioma ruso y la religión ortodoxa rusa está también comentado ahí, pero esto ya son los flecos y los detalles irrelevantes para la situación.
Este es el resultado del partido, lo que Trump acordó con Putin y que parece ser que USA está de acuerdo. Es importante y tiene razón de ser en tanto que es Trump nominalmente quien está al frente de la OTAN, amén de ser, de facto, quién está detrás de Ucrania en la guerra.
Pero, por supuesto, esto es lo que Trump, en tanto como jefe de la OTAN y mayor suministrador de armas a Ucrania le ofrece de su parte, y, por tanto, no es lo que Ucrania va a negociar. Las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia son cosa de Ucrania, Rusia… y USA y la OTAN y la UE.
Si, es multilateral, pero dos de los lados ya han llegado a su acuerdo. Uno de los lados está ganando la guerra, el otro está harto de perder tanto la guerra como el interés y la paciencia, y resulta que es el que apoya la guerra.
Si, Ucrania y la UE y algunos socios de la OTAN tienen algo que decir. Y ese es precisamente el Posts Partido, la reunión del lunes siguiente en Washington al completo de todos estos otros lados.
Una reunión también muy ejemplarizante en el tema relaciones públicas, dejando claro quién está manteniendo la guerra en funcionamiento, y, de paso, dejando clara la postura de Trump.
Y el resultado es obvio. Rusia tiene la mano ganadora, y simplemente ofrece la posibilidad de llegar a un acuerdo para parar la cosa aquí, pero eso es todo. USA, que es la que lleva el peso técnico y de equipamiento militar está de acuerdo en buscar la paz. Trump ha sido bastante claro y evidente: quiere la PAZ.
Pero el resultado del PostPartido ha servido para dejar muy muy claro que el resto de los participantes NO QUIEREN LA PAZ.
Exactamente ESO es lo que pretendía Trump. Dejar claro que él quiere la Paz, y que Putin se aviene. Y que es la UE y Ucrania quienes no quieren la paz.
Donde Dije Digo…
Digo Diego. Eso es lo que pasó cuando los líderes volvieron a sus países.
En Washington fueron a hacer el paripé y hacerle la pelota a Trump, y le dijeron un “si bwana” (para los que sean jóvenes, esta expresión es similar a aquella de Darth Vader de “Como deseéis, mi Maestro”, pero con un tono mucho más sumiso y falso).
Salieron de la reunión diciendo que había habido avances, y que querían una reunión trilateral Putin – Zelensky – Trump para terminar los flecos y tal.
Pero a los dos días, ya volvieron a decir que nada de tratado de paz ni negociaciones si no había primero un alto el fuego (que, curiosamente, ya han dicho medios atlantistas que Putin fue claro diciendo que no aceptaba un alto el fuego debido a que siempre que lo han pedido han hecho trampas y ha resultado ser una tomadura de pelo, así que nyet).
Por tanto, ahora resulta que ya, el primer punto, no es aceptado por nadie.
Eso es, en sí, una clara demostración de que no hay ningún interés en buscar la paz de ninguna manera. Es una forma muy evidente de decir que no se quieren negociaciones de paz bajo ningún concepto, y que retrata muy bien a todos los líderes europeos, de este lado de la OTAN, y de Zelensky.
Poco después, se dijo que bueno, que igual se prestaban los territorios, pero sin aceptar en ningún momento la soberanía rusa, y que se intentarían reincorporar a Ucrania de alguna forma u otra (a saber, con otra guerra en otro momento, una vez recuperado de este sablazo).
Lo cual es directamente, mandar el mensaje a Putin de que no van a ceder ni un milímetro en sus posiciones de “negociación”, que no se quiere negociar, y que no se quiere aceptar la situación real sobre el terreno.
Eso último es quizás lo más peligroso: la negativa a aceptar la realidad.
Siguiendo en esta línea, viene luego lo de insistir en que sean tropas de la OTAN, incluso llegando a insinuar que igual esas tropas europeas entrarían en Ucrania YA MISMO, negando a la vez terceros países como, explícitamente, China de que cumplan esos compromisos de seguridad.
Este último punto básicamente está diciendo que la OTAN quiere meterse en la guerra directamente.
Es una declaración de guerra por parte de la OTAN, directamente. Y demuestra lo que llevo diciendo muchos meses.
LA UE QUIERE ENTRAR EN GUERRA CON RUSIA.
Sólo están buscando el pretexto.
ESO es el Post Partido. Lo que buscaba Trump (y que nuestros medios de intoxicación de masas tapan y justifican en base a manipulaciones interesadas). Que quedase clara la postura de la UE.
Se estrecha el cerco.
Mientras, Rusia consolida posiciones, va haciendo avances bastante peligrosos, sus sistemas de drones están empezando a terminar con las pocas ventajas que todavía tiene Ucrania, y se posiciona estratégicamente para la ofensiva de invierno, mientras mantiene al mínimo sus pérdidas. Evita los enfrentamientos directos en las fortalezas ucranianas, que es dónde más perdidas suele tener, mientras busca maniobras de flanqueo que ahora le funcionan gracias a la reciente superioridad en neutralizar los drones de reconocimiento ucranianos y rebajar mucho la amenaza de los drones suicidas antipersonal.
Aquí es dónde la ayuda de la inteligencia satelital USAna es clave. Sin ella, Rusia puede moverse por territorios con escasa presencia, sin posiciones defensivas, y cortar por la retaguardia las vías de suministro (las Main Suppy Route, que son las arterias que mantienen vivo el conflicto suministrando armas y tropas al frente, y que suele ser precisamente la base típica sobre la que se mueven los conflictos bélicos de larga duración).
El tiempo juega a favor de Rusia, y se está precipitando. El resto sale perdiendo, así que como Putin tiene la mano ganadora y ya está muy claro que es sólo cuestión de tiempo, pues no hay ningún interés por su parte en ceder en más de lo que ha cedido.
De hecho, sus concesiones me parecían muy benévolas para Ucrania, claro que era obvio que podía hacer semejantes faroles, y que para todos los que seguimos la situación sabemos que nunca iban a aceptar nada de nada, que lo único que les vale es extender el conflicto a la UE, y de alguna forma, arrastrar a los USA a la guerra.
Y me temo que básicamente, lo que no se ha hecho público, es que Trump ha dicho que NO va a ayudar a la UE militarmente (más allá de venderles armas), que no va a llevar tropas, y que incluso, ante la posibilidad de conflicto, las va a retirar de las posiciones que puedan llevarlas al frente.
Vamos, que los USA van a dejar a la UE sola ante esta posible guerra. Al fin y al cabo, son nuestros líderes los que la quieren, no es una posición defensiva (que es lo que básicamente dicen en los tratados de la OTAN, y que, encima, NO SON VINCULANTES, como bien explica Aurelien).
Sin embargo, el cerco no sólo se estrecha en estos dos sentidos (el militar en Ucrania, y el del no de Trump). Hay otros frentes muchísimo más importantes.
La zozobra.
Y es que es reconocido ahora, esta misma semana, que tanto Francia como el Reino Unido están en las últimas financieramente. Sus economías se están yendo al garete. El Reino Unido pronto será el Reino Hundido, y Francia está al borde de otras elecciones, y de pedir un rescate económico bien al FMI, bien al BCE.
O sea, de declarar la quiebra.
Hay quienes insinúan que Alemania no está tan mal, pero la mayoría de economistas dicen a las claras que los teutones están en recesión hace tiempo.
En palabras del propio canciller: la economía alemana no puede sostener el estado del bienestar.
Pero tanto el Reino Unido, como Francia, como Alemania, pueden dar miles de millones de € a Ucrania, enviarles armas, y parece ser que ahora, además, soldados.
Pero no pueden pagar las pensiones, la educación, la sanidad, etc de sus propios ciudadanos.
Es lo que llevo años diciendo: la UE no puede pagar sus deudas, estamos al borde del colapso y la quiebra soberanos, y de las quitas y defaults monetarios, con todo lo que ello conlleva.
Por supuesto, el hecho evidente de que se tire dinero en la perdida guerra de Ucrania y no haya para apagar incendios ni inundaciones (nueve meses después, las ayudas de la DANA de Paiporta siguen sin llegar), ni para pagar los costes del realojamiento de los inmigrantes (se ve que ese dinero se fue a pagar pisos y casas de las amigas de Ábalos), etc.
Y, como es evidente, las poblaciones de estos países están empezando a hartarse y pedir un cambio claro en las políticas europeas. En el Reino Unido el Starmer está en mínimos de credibilidad. En Alemania empieza haber bastante malestar por las mismas razones que en el Reino Unido, la emigración, lo que está dando alas al AfD (ya que el resto de los partidos ha pactado ponerse del lado de las tropas de asalto, perdón de los inmigrantes, y no aceptar ninguna crítica a sus políticas de reclutamiento, perdón, de asilo).
Y en Francia, la mayoría de los partidos está en contra de recortar los gastos en 44.000 M€ que propone el Primer Ministro, medida para reducir los 140.000 M€ de deuda que iban a contraer el año que viene.
Claro que el recorte iba a parar a funcionarios y pensionistas. Lo de recortar la ayuda a Ucrania, ni se plantea. Ni lo de rebajar el gasto militar, que están ampliando (el tema inmigración está apuntando en que van a intentar que sea el mayor contingente de nuevos “reclutas” para enviar a la próxima guerra con Rusia, cosa que dudo muy mucho, y que genera otro tipo de peligros).
Por otra parte, parece que nadie está dispuesto a prestar a Francia o a Kein Starmer ni un solo € de estos que necesitan para endeudarse.
Alemania no tiene tantos problemas porque siempre han sido muy reacios al endeudamiento, lo que los pone en una situación más fácil a la hora de ponerse a lo grande a pedir prestado. Los germanos que aún tienen pesadillas con la hiperinflación de la República de Weimar siempre han visto con malos ojos el endeudamiento (y con razón), así que en menos de un mes, el Canciller ha caído en desgracia (haciendo subir más de 5 puntos percentuales la intención de voto de AfD) por romper con esta tradición.
Y tienen razón los teutones.
Nuestros amados líderes europeos quieren la guerra porque ven que la quiebra por endeudarse más de lo posible les va a costar el puesto, por no decir el cuello. Al final, ellos (los putílicos) meten al país en una deuda que ellos no pagan, lo pagamos el pueblo.
Y mucha gente no entiende que todas estas prestaciones que recibimos se tienen que pagar, y que cuando no podamos pagarlas en breve, pues dejarán de llegar. Con la consiguiente revuelta popular.
Ya he expresado que la guerra tiene dos ventajas: el diluir la deuda metiendo mano a la economía (robando a todo el pueblo a manos llenas, por ejemplo), y el sometimiento de la población a restricciones de libertades (no sea cosa que al final, los responsables de que muera la población en una guerra no deseada afronten ni que sea parte de sus responsabilidades).
Propaganda.
Siempre que hay guerra, hay propaganda muy manipulada con la intención de favorecer cosas. Y en estos tiempos, la propaganda y la manipulación del mensaje lleva ya décadas con nosotros, muy afinada por parte precisamente de los militares.
Así que esta misma semana hemos visto ya cómo se ha vuelto a empujar la Ventana de Overton, es decir, el conjunto de temas de interés político (para los que mandan, o sea, lo que quieren vendernos) hacia el asunto “mili”, reclutamiento forzoso y demás.
Ha empezado con una “ley trampa” alemana que, de no llegar a un cupo mínimo (que ya se fija para que no se llegue), volverá la mili obligatoria. De momento, para hombres. Pero para 2030 o antes, todos los jóvenes y jóvenas tendrán que someterse a un reconocimiento médico obligatorio para ver “la idoneidad” para su “incorporación” (o sea, reclutamiento forzoso) a filas de la nueva y más poderosa Wehrmach, causa que, de nuevo, era tabú en Alemania y que ahora el Canciller ha vuelto a hacer prioritaria, igual que el endeudamiento y la remilitarización, el aumento en el gasto en defensa, etc.
Igual que la Alemania de hace 95 años.
Con la diferencia que esta vez, apuntan a las mujeres como posibles reclutadas forzosas, si bien el primer grupo al que meterán por la fuerza como tropas de choque, son los jóvenes inmigrantes.
Todo muy inquietante.
¿Y aquí?
Bueno, en España no parece que estemos en recesión, ya que sube el PIB. Normal, en el cálculo del mismo se incluyen la prostitución, el mercado negro, las drogas, y entre Ábalos, Koldo, el “primer suegro”, el Santo Cerdo, Tito Berni, y demás, pues es obvio que el PIB suba.
Claro que una parte muy importante de las deudas alemanas y francesas venían del BCE, en forma del 750.000M€ para el plan RePower UE, ese que ha dado más de 110.000M€ a España, haciendo que la recesión nos esquivase.
Siempre he dicho que el tema de las renovables y los cochepilas eran una bomba de riqueza de unos hacia otros. En este caso, eso es lo que ha mantenido a flote nuestra economía.
Pero hay que decir, para los seguidores de este blog que saben de qué va esto, que el tema renovable es una burbuja, y que la ley que no se aprobó hace unos meses y que están intentando pasar de tapadillo con algunos cambios, mientras algunos de los procesos que se han modificado en el asunto eléctrico, están orientados a intentar frenar el estallido de esta burbuja.
Es probable que para Septiembre (escribo esto el último fin de semana de Agosto del 2025) alguno de los que tenían que entrar en el asunto de las megainstalaciones fotovoltaicas, simplemente, abandone todo. Y ¿haga suspensión de pagos?
Este posible estallido puede arrastrarnos a España también hacia la recesión. Es conocido ya que este año han venido más turistas que nunca, pero que han dejado mucho menos dinero (o sea, campaña desastrosa). Que se pare todo el tema instalaciones renovables puede ayudar a que las financiaciones se sequen y que la economía se lleve un varapalo.
Por si la situación política de este otoño en España no fuese convulsa.
Así que por aquí también van introduciendo la idea de la mili, de hacer algún que otro gesto, de lo malo que es Trump (no hay día que las noticias generalistas no hagan una cantidad de noticias contra Trump, no veréis nunca ninguna buena… y luego hablan del discurso del odio), y de lo peor que es Putin, que hay que pararlo, etc.
Para muestra un botón de uno de estos Medios de Intoxicación de Masas, típico vocero de los intereses de los que mandan: La Europa que teme a Putin vuelve a la mili.
Les ha faltado poner Malvado delante del nombre del mandatario ruso.
Conclusión.
Quod era demostrandum.
Es decir, la situación está tan mal que, a la UE, incapaz de hacer nada más allá del postureo, incapaz de redirigir la situación, de defender los intereses de sus súbditos, de hacer nada constructivo, y sin ningún interés en llevar las cuentas a buen puerto (¿para cuándo unos presupuestos del Estdo, señor presidente?), necesitan la guerra para intentar mantenerse en el cargo, esconder los desmanes, y evitar que la crisis que esos mismos mandatarios han creado se los lleve por delante.
Así que la guerra está servida. Para 2026, dicen algunos. Dudo que Ucrania aguante antes de que nos metamos en dicha guerra, y en ningún caso, la UE estará en condiciones de enfrentarse a nada.
Les dejo, a continuación, con el artículo de análisis que escribí hace varias semanas, antes de la cumbre Trump – Putin.
Beamspot.
NO a la Guerra.
NO a la OTAN.
NO a la mili.
No a la UE.
PD: Martin Armstrong anuncia que su IA que llama Sócrates le informa de una ola de pánico (presumiblemente financiero, o político) de las suyas se producirá la semana del 8 de Septiembre. Este artículo se publicará el 5. Y ¿a que no adivináis qué está previsto el mismo 8 de Septiembre? Pues la moción de confianza al Primer Ministro Francés, que prefiere que lo echen a aprobar los presupuestos (mira tú… eso de los presupuestos de qué me sonará).
Al final, la debacle francesa igual nos salva de que nos metan en la guerra al precipitar los hechos antes de que los políticos consigan su objetivo.
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Prólogo.
Empiezo a escribir esto antes de la reunión Trump – Putin en Alaska, aunque seguramente la terminaré después. (2 Sep 2025: Sólo he añadido la foto, que obviamente fue de la cumbre).
Si, esto parece ser un artículo largo. Y totalmente especulativo, así que tomáoslo con toda la sal que podáis.
Por otra parte, aprovecho para meter baza sobre un concepto que es el que da título al artículo, porque parece ser que es lo único que les queda a nuestros amados y sabios líderes para conseguir sus propósitos.
Sin más preámbulo, tiro p’alante.
Preliminares.
Trump empezó su campaña diciendo que en 24 horas conseguiría la paz entre Ucrania y Rusia. Llevamos más de medio año, y eso está lejos. Y mi opinión, como veremos, es que la cosa va para muy largo, salvo alguna sorpresa inesperada que ya comentaré.
Voy a intentar explicar la situación tal y cómo yo la veo y la analizo, país a país o persona a persona o un mix de ambas.
Para que conste en acta, todo esto se basa en mis puntos de vista, y también en algunas fuentes de datos de varios tipos que van desde los medios habituales de esta parte del mundo, según los cuales Putin está temblando de miedo en un bunker en Vladivostok a puntito de perder la guerra con la invasión de Moscú por parte de las victoriosas tropas de la OTAN, perdón Ucranianas.
Eso de un lado. Por el otro, tenemos a Miguel Ruiz Calvo que asegura que las supremas tropas del ZarPutín tienen ya a un tiro de piedra a Madrid y que si no acaba con la guerra es porque tiene otras distracciones en mente o yo qué sé.
Obviamente, poca credibilidad les otorgo tanto a la gran cantidad de medios atlantistas como a los amigos de Rusia.
Más comedido y con muchísimos más datos me parece Simplicius the Thinker (que, por cierto, no aguanta a Trump), o a Black Mountain Analisys.
Aún así, mirando críticamente lo que dicen y lo que no dicen todas las partes, pues pienso por mí mismo (algo que animo a todos mis lectores que hagan, incluso pensando mal de mí), y aquí voy a expresar mis opiniones al respecto… y cómo todo esto se relaciona con la fea realidad subyacente del pico del petróleo y del fin de la civilización occidental como tal.
Rusia.
O Putin, que es lo mismo.
A fecha de 12 de Agosto de 2025 va ganando la guerra, y su invasión de Ucrania, o, según los mismos rusos la recuperación de su territorio sigue avanzando, con un gran avance justo en ese día al noreste de Pokrovsk.
La batalla en esa zona fuertemente defendida y blindada lleva ya muchos meses, incluso algunos se atrevían a decir en otoño de 2024 que para primavera este frente iba a colapsar. Y si colapsa, o quizás, mejor dicho, cuando colapse, entonces Rusia va a tener terreno expedito hasta el mismo Dnieper, ya que deja “la puerta abierta” a terreno llano y difícil de defender.
Pero estamos a Agosto de 2025, y parece que hasta ahora no se ha empezado la ofensiva que hace meses se estaba preconizando. Eso sí, acompañada de otras ofensivas grandes en muchos otros frentes. La diferencia este 12 de Agosto es que la ruptura de frente ha sido muy profunda con muchos km2 ganados en pocas horas, mientras que los avances hasta la fecha eran más lentos, aunque se iban acelerando.
En definitiva, parece que Rusia está ganando, pero que no tiene prisa. Las interpretaciones son muchas y variadas: que Ucrania planta cara, que es todo a costa de terribles pérdidas y tal.
Me temo que no. Creo que lo que pasa es algo mucho más feo y aterrador, pero quizás también mucho más plausible, desagradable y realista.
Creo que Rusia es consistente con sus ideas, y está haciendo el trabajo que cree que debe hacer.
“Desnazificar” Ucrania.
En realidad, no es ninguna táctica nueva, no es un nuevo concepto, y no tienen nada que ver con ninguna ideología de ningún tipo.
Simplemente, está “picando carne”, acabando con todo tipo de persona ucraniana con capacidad de lucha. Una vez acabado con todo posible soldado, no queda posibilidad de que se vuelva a montar un ejército mínimamente presentable que pueda presentar batalla.
Y el tiempo juega a favor de Rusia.
Obviamente, una vez se acaban los soldados, por muchas armas que haya, el frente colapsa rápido, y algunas voces, como el mismo Simplicius, avisa que el colapso podría haber empezado ahora.
Es factible, pero está por ver.
No hay suficientes datos como para confirmarlo. De ser así, podríamos ver cómo se hunde Pokrovsk en unas pocas semanas, y en pocos meses se acaba la guerra de forma rápida. Eso podría llevar a que Zelensky aprobase unas ciertas condiciones de paz cediendo tierras.
No parece.
El subtítulo es este: Rusia está ganando y consiguiendo todos sus objetivos. Salvo intervención mayor foránea a Ucrania, la guerra está ganada, aunque tarden un par de años más. No hay prisa.
Pero hay un par de consideraciones adicionales que tener en cuenta.
Primero: el ejército ruso está aumentando sus efectivos de forma bastante evidente, y encima sin reclutación forzosa. Está formando un ejército entrenado en las técnicas actuales modernas, bien equipado, con toda una maquinaria bélica e industrial moderna, eficaz y funcional, formidable, y perfectamente preparada para cualquier posibilidad militar en las próximas dos décadas.
Está reforzándose en todos los frentes, y eso incluye el económico y financiero. Es obvio que las sanciones no sólo no han surtido efecto, además se han vuelto en contra de Europa, que se debilita, mientras que Rusia se fortalece económica, social y militarmente.
La capacidad de producción de armamento ruso es cuatro veces la capacidad de toda la OTAN junta. Sus armas están desarrolladas directamente en el combate, y muchas de ellas son totalmente nuevas, adaptadas para el tipo de guerra actual, frente al fallo de las primeras rondas del conflicto.
Incluso la ventaja en drones y guerra electrónica que tenía Ucrania al principio se ha esfumado para estas fechas, con la gran mayoría de tanques y aviones que se le enviaron ya o bien destruidos o bien fuera de combate. Incluso las defensas antiaéreas están presentando muchos “agujeros” debido a la falta de munición y de producción de la misma.
El resultado actual, es que Rusia no tiene ninguna prisa por acabar la guerra, tiene la mano vencedora, y no tiene ninguna necesidad de pactar nada.
En mi humilde opinión, la única carta o “cromo” a cambiar que quizás se avendría a jugar de verdad, es una de la que nadie habla: Odessa.
El resultado final será que lo que quede de Ucrania tendrá un mucho menos territorio, poca salida al mar, y encima será títere de Rusia.
Obviamente, Putin sabía bien que esto vendría desde hace muchos años. En 2019 ya lanzó la tarjeta de crédito MIR (paz en ruso, si no recuerdo mal), para escapar al control de Visa y MasterCard, así como del SWIFT. Y ya había tratados con los BRICS antes de la guerra, previendo las sanciones, y evitándolas.
El echar a Rusia del SWIFT hizo que todo este sistema alternativo que estaban usando pasase a primer plano, madurase, se actualizase, y ahora se ha convertido en una alternativa al sistema comandado desde Nueva York (la capital financiera del Mundo).
No, Rusia no tiene por qué ceder en nada. Si, quiere reducir la cantidad de bajas, claramente menores que las que nos cuentan los medios atlanticistas (¿acaso se espera que los medios, especialmente del bando perdedor, digan la verdad?), pero el riesgo a dejar el “cabo suelto” y sin control es menos aceptable.
Así pues, el tratado de paz se hará tarde o temprano según los acuerdos que ya ha mencionado Vladimir: “desnazificación”, seguro de no adhesión a la OTAN, probablemente tampoco a la UE, gobierno títere de Rusia, menos territorios, y veremos si con salida al mar (o sea, Odessa). Eso si queda Ucrania y directamente el territorio no es absorbido a trozos por Rusia (mayormente), Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía, Moldavia (si no pasa incluso una parte de Moldavia a ser rusa).
Putin tiene claro que tiene esta guerra ganada, no tiene interés en firmar ninguna paz si no es con todos los objetivos. Y creo que lo único que es capaz de “ceder” es Odessa. Ojo, el reconocimiento no basta con que sea “de facto” (como territorio ucraniano ocupado). Va a exigir que sea oficialmente aceptado como territorio ruso por la propia Ucrania. Y por la comunidad internacional.
Por tanto, el único incentivo real de Rusia de acudir a una cumbre USA – Rusia (como en el fútbol, en territorio USAno, aunque originalmente fuese ruso), sólo puede ser uno: propaganda y Relaciones Públicas. Además de acercar posturas con el Tío Sam Trump.
Así pues, una parte de esta puesta en escena es la de demostrar varias cosas: aquí quien manda (obviamente, Rusia en Ucrania, y Trump en el resto de la UE), que en realidad la guerra es entre los Neocon USAnos y Rusia, con la OTAN como “empresa pantalla” (y muy interesada, por pura supervivencia) de los Neocon tanto USAnos como Europeos, que Trump no está muy de acuerdo con estos elementos internos, a los que probablemente les meta una trampa, y también es una declaración de intenciones de Trump de que en los términos militares de los USA es él quien manda, no los Neocon.
Obviamente, es una “muestra de buena voluntad” hacia la paz por parte de ambos líderes, y un gesto de “magnanimidad” de Putin. Simplemente, este último no puede no hacer este tipo de gestos.
Ucrania y Zelensky.
Que NO son lo mismo. Aunque a ambos les interesa la supervivencia, no es lo mismo el interés del pueblo ucraniano que el interés personal de un jefe que, una vez acabe la guerra, presumiblemente cambie de trabajo a “elemento decorativo del alumbrado público en la Plaza Mayor de Kiev”. Y si para que el cómico metido a mandatario eso implica acabar hasta el último ucraniano, pues que así sea.
Por algo Putin tiene claro que Zelensky es un escollo para la paz. Porque si se firma un tratado, el que sea en las condiciones actuales, el propio Zelensky se va a encontrar en una situación muy muy difícil, y probablemente con precio a su cabeza, puesto por otros jugadores de la partida que ahora están detrás de la continuación del conflicto, y no precisamente del bando ruso.
A Ucrania le interesa mucho más firmar un tratado de paz ahora, cediendo lo que haga falta ya mismo, que ninguna otra cosa.
Evidentemente, a Ze le apetece que, antes que nada, haya un “alto el fuego” total mientras “hablan”. Es decir, ganar tiempo para reforzar sus posiciones defensivas, rellenar arsenales, refrescar las exhaustas tropas, seguir preparando sus posiciones por una guerra que no piensa terminar en ningún momento.
Quedó meridianamente claro que no hay ninguna voluntad por parte de Zelensky (que no de Ucrania) y de aquellos que mueven sus hilos y hablan por su boca, de llegar a ningún acuerdo, cuando un par de días antes de las conversaciones de paz en Turquía lanzaron varios ataques, incluyendo ataques terroristas contra trenes “civiles” (que probablemente llevasen soldados volviendo de permiso).
No, Zelensky ni sus jefes (la UE) quieren tampoco una paz. Quieren una tregua temporal que les permita hacer sus movimientos. Y no son los de Ucrania o sus fuerzas armadas los que más importan, ni aquellos que hacen que Putin no esté dispuesto a semejante y evidente trampa.
Insisto. A Ucrania lo mejor que le puede pasar es aceptar que los territorios ahora ocupados (y algunos trozos más) pasen a manos rusas, quitarse de encima a Zelensky, y obedecer los designios del mandatario ruso.
A Ze, no le interesa nada de eso.
Y no sólo al mandatario ucraniano. Hay más gente interesada en hacer fracasar estas negociaciones.
Insisto, al menos hasta aquí, esto está escrito el 13 de Agosto, dos días antes de la cumbre.
USA y Trump.
Ya he dicho que no es lo mismo el interés de USA que el interés de Trump, que el interés de los Neocon al frente de la maquinaria bélica. Considero que el interés de la mayoría de los ciudadanos USAnos está mucho más alineado con Trump que con los Neocon.
Obviamente, lo que interese a la mayoría de USAnos y lo que interesa a Trump no coinciden ni de lejos. Y, además, hay claramente minorías privilegiadas y de clases altas que no toleran precisamente lo que pueda ser de interés ni a Trump ni a esas otras partes mayoritarias del país. Pero eso es otro tema a tratar en un post aparte, o más de uno.
Aquí, el problema para la paz no es ni Trump ni el pueblo USAno. El problema so los Neocon, que debe extenderse a la pata europea, y todos se escudan debajo del paraguas de la Organización del Tratado del Atántico Norte.
Por tanto, ciñéndome a Trump, además del premio Nóbel de la paz, le interesa dejar de tirar dinero detrás de la guerra. Es más, le interesa pasar a la parte de los negocios, que es al fin y al cabo de lo que él entiende, y en una buena parte, de lo que va esto.
No, lo de las Tierras Raras me suena demasiado raro. No consta en el USGS que Ucrania sea muy rica en Tierras Raras. Todo eso me suena a excusa. Ojo, el rio suena porque otros recursos lleva, aunque la mayoría ya están en manos de Rusia. No en vano, la mayor parte del interés en el Donbás va de esto. Y no estoy hablando de un interés limitado a Rusia, a USA, o a Ucrania.
Si, Trump quiere la paz por una sencilla razón. Porque quiere que la “inversión” en millones que ha hecho en Ucrania, léase, los préstamos que dio en forma de compra de territorio y recursos una empresa conocida como Black Rock corren riesgo de esfumarse si Rusia se queda con toda Ucrania. Eso es lo que está tratando Trump: de que el dinero invertido en Ucrania tenga alguna salida y no sea todo pérdidas. Negocios.
¿Queda algún ingenuo todavía que crea que toda la ayuda que se le ha dado a Ucrania es a fondo perdido, sin ningún otro tipo de interés detrás? Interés de ningún tipo, no sólo de territorio (que es lo de Black Rock) o de venta de armas (si se las dan los gobiernos, ¿qué negocio hay? No, lo de las armas es a cambio de que los que las han empuñado paguen por ellas, a un precio exorbitado).
Por supuesto, los recursos o el botín obtenido son de interés, pero para eso hay que ganar. Y si Trump ve que la guerra está perdida, pues entonces todos esos botines y demás no tienen sentido, así que ahí radica una parte importante del interés.
No perder del todo toda la inversión.
Evidentemente, si van a perder, entonces también se perderá todo lo que se ha negociado cobrar en armas. De ahí que no tenga ningún interés en seguir vendiendo armas a crédito, esperando cobrarlas algún día.
Por supuesto, eso es un revés para su industria armamentística, que, por otra parte, ha perdido mucha competitividad y prestigio. No sólo no ha sido capaz de aumentar la capacidad de producción. Es que para volver a fabricar los misiles Stinger, han tenido que ir a buscar jubilados octagenarios para que formen a los jóvenes operarios de las viejas líneas de producción, que, encima, no funcionaban.
A diferencia de Rusia, su industria no se ha adaptado, ni sus armas, ni los costes de estas.
Sobre todo, no han adaptado el armamento para condiciones de guerra. Si, condiciones de guerra. Actualmente todas las armas occidentales están diseñadas para condiciones de paz. Un F18 está pensado para que dure 50 años, haciendo muchas cosas, y a un precio exagerado, para una cantidad simbólica. No es un arma de guerra. Es un arma para su uso en tiempos de paz.
En la guerra, un avión dura menos de 48 h de vuelo reales. No hace falta que esté diseñado para hacer tantas cosas ni durante tantos años. Ni que haga falta la preparación necesaria para manejar un aparato tan sofisticado. No, las condiciones de guerra son muy diferentes de las condiciones de paz para la que toda la maquinaria “bélica” (en realidad, propagandística y amiga de los negocios) desarrollada en occidente desde hace décadas.
Rusia ha dado el giro hacia el diseño de material bélico para su uso en condiciones de guerra. Occidente, y USA al frente, no.
De ahí que a Trump le interese acabar con todo esto. Y eso es relevante: sin la ayuda de la maquinaria “bélica” USAna, o, para ser más precisos, la parte de inteligencia y operación de las armas más sofisticadas (a ver si os creéis que los ucranianos que están en el frente son los que operan los misiles, además, con info que obtengan ellos mismos), Ucrania se quedaría ciega y sin ningún tipo de capacidad ofensiva. En pocas semanas se habría acabado la guerra. En todo caso, en menos de un mes.
Si encima quitase la financiación, entonces la quiebra económica igual sería incluso hasta más temprana.
Lo que se traduce en que, aunque los soldados que pagan con su vida sean ucranianos, en realidad esto es una guerra entre la OTAN y Rusia, en la que la última no puede atacar a la primera porque no es “el enemigo declarado”.
A pesar de todo, Rusia sigue ganando, y eso es algo que da mucho que pensar a los grandes damnificados de la situación actual, más allá de los ucranianos.
Así pues, a Trump le interesa que haya paz. Es el único, junto al pueblo ucraniano, que en realidad está interesado en la paz. Y en que se termine cuanto antes.
Quizá debería añadir aquí, que el pueblo europeo también debería estar muy interesado en que esto acabe cuanto antes, pero lo dejo para más tarde.
OTAN + UE.
Si, pongo a ambas organizaciones terroristas juntas porque van de la mano.
Esta guerra es existencial para ambas partes.
El perderla es una amenaza muy grande a su continuidad, de forma más inmediata para la OTAN, y más lenta para la UE.
Estos son los grandes interesados en esta guerra. Ambos. Y ahí incluyo toda la sección de los Neocon USAnos (lo de con-servadores no va por los republicanos, el grupo parece tener amigos ultra belicistas en ambos partidos). Y de la maquinaria industrial – militar.
Por supuesto, a este entramado, del que ya avisó Dwight Eisenhower (Ike, general al mando de las tropas aliadas que ganaron la Segunda Guerra Mundial, y posteriormente presidente de los USA) obviamente está muy interesado en vender sus juguetitos altamente sofisticados y que requieren de mucha gente muy bien preparada y entrenada (cuya formación ofrecen a módicos precios los mismos que producen estas armas). Así que tiene una cierta obviedad económica por esta parte.
Pero reducirlo todo al asunto meramente pecuniario y de negocios es mala idea. Muy mala. Cuando alguien recurre a la “maldad del Capitalismo” enseguida me pongo a la defensiva. No será que hay muchas otras motivaciones detrás.
Una de ellas, importante entre los Neocon americanos, es el odio visceral que tienen dentro hacia todo lo que se les niegue a obedecer, como es el caso de Rusia.
En el caso de algunos países del Este de Europa, empezando muy profundamente precisamente por Ucrania, el odio viene de más lejos: los desmanes que cometieron en sus tierras los comunistas, marxistas y soviéticos en general. Eso es especialmente relevante en las repúblicas bálticas. Odio larvado y cultivado tras décadas de opresión desde Moscú.
A eso hay que añadir que sin un enemigo del cual defenderse, la existencia de la OTAN no tiene sentido. Si Rusia gana, eso será un golpe mortal a la credibilidad de la OTAN, y una demostración de que son incompetentes (como si no lo supiésemos ya, medio mundo está que se ríe del resultado y de cómo está yendo la guerra, precisamente, sobre todo aquellos países que no están alineados con la OTAN).
Por eso necesitan justificar a un Putin malvado del cual defenderse. Necesitan demostrar que éste es una amenaza que justifique su existencia.
Si la UE hubiese entablado buenas relaciones con Rusia y hubiese decidido acercarse a ese gran país, lleno de recursos y tierras, para hacer negocios juntos, la OTAN no hubiese tenido ningún sentido. Y hubiese podido formarse un gran conglomerado con posibilidades para la UE.
Obviamente, eso hubiese significado la pérdida de un gran mercado militar, y de la hegemonía de las armas del complejo industrial-militar USAno. Y de los Neocon americanos. Así que no es de extrañar que la sionista Victoria Nuland montase esta guerra ya con el golpe de estado encubierto que fue el euromaidán.
Había que evitar a toda costa esta unión. La hegemonía USAna se hubiese perdido: era una cuestión existencial para esta gente.
Sin embargo, eso significa que la UE perdía al aliado que más le convenía. Y eso nos va a llevar a la ruina. Estamos ya bien metidos en ella, por cierto.
Y como no tenemos ni materias primas ni energía, y encima la queremos comprar más cara al amo USAno en lugar de más barata al vecino de al lado al que le hemos dicho que niet, que no queremos ser sus amigos, pues el futuro en condiciones de precariedad energética generalizada, añadido al decrecimiento sostenido que ya llevamos en la UE desde hace tiempo, pone en la picota la institución y la unión.
Ya he dado desde estas páginas algunas notas de por qué a los indignatarios de la UE les interesa la guerra:
· Atajar la desindustrialización.
· Meter mano a una economía que se desangra.
· Acabar con el asunto de la deuda pública impagable.
· Más poder político para imponer decisiones y
· Eliminar la disidencia y la desobediencia por la vía expeditiva.
· Eliminar elecciones (como hizo Zelensky) y partidos “incómodos”.
· Quedarse con el poder, incluso aumentarlo, mientras se opacan las cuentas
· Esclavizar a la población.
· Expropiar y apoderarse de todo aquello que les interese del pueblo.
· Y, en caso de una victoria imposible, el botín de las tierras rusas, que es vasto.
El perder la guerra no acabará con la UE de golpe y porrazo, el daño a la OTAN será mayor, y más rápido. No, la UE está yéndose sóla directamente al garete sin necesidad de intervención externa.
A Putin no le interesa la UE. 450 millones de habitantes (frente a los 40 que tenía Ucrania) son un ejército más temible, aunque vayamos armados sólo con cetmes y similares.
Aunque los ejércitos europeos no sean una amenaza realmente seria, y los arsenales nucleares del Reino Unido y Francia juntos no lleguen ni a una décima parte del arsenal nuclear ruso, un simple análisis coste/beneficio resulta suficientemente obvio como para descartar la intervención militar contra la UE y demás países de la OTAN en esta parte del mundo.
Sobre todo, si tenemos en cuenta que no es necesario disparar una sola bala. La propia UE se está hundiendo ella sola con sus estúpidos aranceles, y con las políticas energéticas erróneas (que son las que nos llevaron a la tremenda dependencia del gas ruso debido a que es lo único que puede mantener la red eléctrica europea funcionando).
A eso hay que sumar la incapacidad manifiesta de la UE para hacer nada aparte de postureo. No ha sido capaz de aumentar su capacidad de producción militar ni un ápice. Las economías francesas y alemanas están muy mal como sabemos, si bien la primera está empeorando (recordemos las recientes polémicas en el país vecino al respecto de los mensajes del gobierno) mientras la segunda se está recuperando ligeramente (el reciente “tratado humillante” de “sumisión” de la ya de por sí sumisa UE hacia el mandatario Gringo Naranja en realidad ha salido bastante beneficiosa para la industria del automóvil alemana, mientras que el gran perdedor ha sido el sector agrario ya alimenticio español).
Ojo, los alemanes, con su aversión visceral a la deuda (fruto de la hiperinflación de la República de Weimar), están manteniendo su situación en parte gracias a la nueva emisión de deuda.
Si, esa deuda pública que no se puede pagar y que va a acabar llevándose por delante a la UE. Esa deuda que en buena parte se ha tirado detrás de las “soluciones” falsas que son las renovables. Esa deuda que se lanzó detrás del espejismo tecnoutópico de una transición energética y tecnológica que no sirve, y que parece que en España está a punto de estallar tras el fallo en aprobar la ley que daba un balón de oxígeno de emergencia al sector renovable.
A eso hay que añadir la inoperancia de unos gobiernos, los de la UE que sólo saben hacer una cosa: posturear. Trump, que también sabe un rato de eso, al menos hace algo. Aquí no hacemos nada de nada.
Basta ver cómo no se ha aumentado ni un ápice la capacidad de producir nada.
La legislación lo está ahogando todo. Incluso tecnologías nuevas que podrían ayudar a paliar estos incendios que en este Agosto están arrasando la península, como cada vez va siendo más y más habitual.
Que en un país tan poco innovador se desarrollen proyectos como este dron antiincendios forestales, proyecto que está sumamente empantanado con la legislación del loco U-Space, demuestra una vez más que el problema no está en la capacidad de hacer cosas, sino en la inoperancia de las instituciones y estados.
Preguntad a los damnificados por la DANA de valencia a ver que tal van esas ayudas estatales.
Si, aquí en España, y en buena parte de Europa, empieza a ser palpable que nuestras instituciones, gobiernos, y sistemas políticos son muy caros de mantener, no hacen nada, no aportan más que gastos, división, corrupción, odio, tensión social, y más problemas, sin solucionar ninguno.
La incapacidad de reavivar el Servicio Militar en la UE, a pesar de intentarlo en muchas partes, demuestra hasta que punto el pueblo no está representado por sus gobernantes. Cada vez más hay voces que piden que se escuchen las necesidades de la población y que se dejen de postureo y de guerras y demás lindezas.
Que muchos partidos ahora fanáticos de la militarización antes fuesen los del “no a la guerra”, está haciendo mella en sus caladeros de votos. Y demuestran que el vasallaje de nuestros dignatarios a otras entidades foráneas y con otros intereses viene de lejos, que no es algo nuevo ni exclusivo de Trump.
Es por eso que estos mismos mandatarios están viendo cómo se les escurre el poder por entre sus dedos, y que el Status Quo se está yendo al garete mientras florecen partidos “disparatados” por el mero hecho que estos últimos escuchan lo que pide un pueblo que se siente desamparado.
Si, la UE, especialmente la más occidental, se está hundiendo. Aunque los países de la antigua órbita soviética están mejorando en las últimas décadas, básicamente porque vienen de un estado de pobreza muy grande y hasta la fecha han seguido chupando de las fuentes de energía fósiles y de los recursos rusos, es sólo cuestión de tiempo si siguen por este camino que también se hundan.
De ahí el interés en la guerra, o al menos, a corto plazo, en la militarización.
Hacer un Göring.
¿Pero, qué tiene que ver todo esto con el título y con la imagen de portada?
Pues que como los mandatarios se ven en un aprieto, y no ven que el pueblo colabore, pues sólo les queda la salida de meternos en la guerra por las malas.
Eso es lo que dijo el criminal de guerra nazi Herrmann Göring (castellanizado como Goering, que se asemeja más a la pronunciación germana) en los juicios de Nüremberg cuando le preguntaron cómo lo hicieron para volver a toda la población alemana en Nazis (ojo: la gran mayoría no lo eran ni tan siquiera sabían de los desmanes que estaban cometiendo ciertas partes de sus tropas y mandatarios).
“Naturalmente, la gente común no quiere guerra; ni en Rusia ni en Inglaterra ni en América, ni, por supuesto, en Alemania. Eso es sabido. La gente siempre puede ser llevada a obedecer el designio de los líderes. Eso es fácil. Todo lo que tienes que hacer es decirles que están siendo atacado, y denunciar a los pacifistas por la falta de patriotismo y exponer al país al peligro. Funciona de la misma forma en cualquier país.”
Por supuesto, aquí hacía referencia a que precisamente esta fue la técnica que hicieron los USAnos para entrar en la Segunda Guerra Mundial.
Muchas personas consideran que el ataque a Pearl Harbour el 7 de Diciembre de 1941 fue un “ataque de falsa bandera”. No porque los atacantes no fueses los japoneses, algo que está sobradamente documentado que fue lo que pasó. No. Por supuesto que fue un ataque de los japoneses.
Lo que no está tan claro es que fuese por sorpresa. Ni que no pudiesen haberlo evitado.
No, ya sabía hacía meses un tal Winston Churchill que tarde o temprano los americanos entrarían en la guerra. Pero antes tenían que convencer a uno pueblo muy aislacionistas y sin ningún interés en participar en la guerra europea.
Así que fueron presionando a Japón para que atacase, y le pusieron u cebo fácil para que tuviese la repercusión necesaria como para volcar al pueblo americano a las armas.
Eso lo sabía perfectamente Göring, y es a lo que hacía referencia en esa cita. Entre otras cosas, porque precisamente el ataque a Polonia que nominalmente inició la Segunda Guerra Mundial, fue precisamente un ataque de falsa bandera con todas sus letras: comandos alemanes, con el uniforme polaco, atacaron una emisora de radio alemana.
Volviendo al “tratado de paz” de este viernes, lo que pretenden Zelensky y sus amos Neocon de la OTAN y la UE es que Putin acepte un alto el fuego de un mes en que puedan rearmar y reabastecer las tropas ucranianas, pero, sobre todo y ante todo, meter tropas de la OTAN como “garantes de la guerra paz”, para que luego ocurra un “ataque de falsa bandera”, acusen a Rusia de atacar a tropas de la OTAN en una violación del “alto el fuego” y así justificar que la OTAN entre en la guerra directamente, dejando de ser una guerra proxy.
O sea, hacernos un Göring, diciendo que nos atacan, y acusar a todos los que decimos NO A LA GUERRA que somos unos traidores a la patria y tal.
Y así, llevarnos a esa guerra que ellos tanto necesitan… para evitar que nos demos cuenta de que el auténtico enemigo lo tenemos dentro.
NO A LA GUERRA.
NO A LA OTAN.
NO A LA UE.
Beamspot.
Para completar la lectura, en el supuesto que hayáis encontrado la lectura corta, dos enlaces de hoy mismo:
https://simplicius76.substack.com/p/chinas-sco-summit-highlights-wests
https://aurelien2022.substack.com/p/war-in-our-time
Eres un màquina de tio!!!